En una reunión que tuve con unos amigos en días pasados, discutimos sobre la entrevista que le realizaron a nuestro presidente Enrique Peña Nieto y la respuesta que dio a la pregunta directa sobre la corrupción en el país, coincidimos que el tema fue minimizado y de alguna forma nos pareció que dijo que es parte de nuestra cultura, la cual hay que vivir con ella.
Posteriormente, me sucedió algo aparentemente pequeño pero que es realmente muy revelador sobre los valores actuales y vigentes en nuestra sociedad.
En días pasados estaba circulando por una de las avenidas importantes de Monterrey, y una camioneta de mensajería tuvo un desperfecto en el carril de alta velocidad de la avenida, alcanzó a llegar a un crucero donde se encuentra un semáforo, en el mismo se encontraba un agente de tránsito.
El horario del incidente fue en horario pico, el agente de tránsito se acercó a apoyar al conductor de la camioneta, en el rojo se colocó enfrente de los otros dos carriles realizando las indicaciones pertinentes para que se le permitierá a la camioneta llegar a un estacionamiento de un local y terminar con el problema vial. Literalmente el agente se jugó la vida, pues los conductores no le hacían caso, le “aventaban el carro” para pasar, impidiendo que la camioneta pasara a la orilla.
Una acción que con la cortesía, empatía y respeto adecuado no llevaría más de 15 segundos tardó más de 2 minutos con los riesgos inminentes de poner la vida en juego del agente de tránsito y ocasionar un accidente.
Corporalmente veía la frustración del agente de tránsito con la impotencia de poder realmente ayudar al conductor, y los conductores realizando señalamientos hacia el agente de tránsito.
Esto me hace proponerles varias reflexiones sociales:
- ¿Qué valores estamos cultivando en estos momentos?
- Ese evento que sucedió en una avenida, y que seguro suceden miles diariamente similares, y que suceden a la luz pública porque existimos muchos testigos, ¿cómo se reflejan en la empresa? ¿se comportan esas personas igual en sus trabajos?
- ¿Cómo nos impacta esos valores en la productividad y eficiencia?
- ¿Cómo nos impactan en el estado de ánimo social?
- Las empresas ¿están realizando algo por modificarlos como parte de la responsabilidad social?
- Las empresas ¿están evaluándolos antes de ingresar a la empresa?
- ¿Estamos como sociedad conscientes de este cambio en los valores? ¿Queremos que se mantengan o que cambien?
- ¿Cómo impacta estos comportamientos a tu empresa?
En algunos foros escucho frases parecidas a la que el presidente comentó sobre la corrupción: “pues así es y ni modo”. Te invito a reflexionar si eso es lo que tu quieres, si es lo que tu empresa necesita y/o quiere y como le beneficia o impactan los comportamientos.
Reflexionemos y continuemos la conversación la próxima semana, por el momento les deseo que tengan una semana llena de la ternura de Dios, y recuerden que hoy es el mejor día de nuestras vidas.
Abrazos y Bendiciones
